0 Tirarlas al mar, plantar un árbol, conservarlas en casa o esparcirlas en un lugar significativo, son los destinos que suelen darse a las cenizas del cuerpo de un fallecido tras su incineración. Pero, a modo de curiosidad, ¿sabes que también puedes utilizarlas para hacer un retrato al óleo, un reloj de arena, incrustarlas en una joya que
Recordarium “El Bosque del Recuerdo”, son más de 10 hectáreas de espacio natural, a 30 minutos del centro de Madrid, donde con las cenizas procedentes de la incineración, se planta un árbol que sirve para recordar al ser querido, permitiendo que el ciclo de la vida continúe y donde la muerte no es el final, sino el comienzo de una Enun corto plazo de tiempo, nuestro ser querido pasará de ser cenizas a ser un recuerdo que acompañe siempre a su familia, de generación en generación. Cualquier persona interesada puede solicitar más información sobre procesos, precios y servicios a través de la web de la empresa ( o llamando al teléfono